Luego que se contabilizara un aproximado de 130 fallecidos en la estampida ocurrida durante el festival de Halloween en el distrito de Itaewon en, Seúl, Corea del Sur, la cifra ascendió este domingo a 154 decesos.
De acuerdo con el ministro de interiores, la cifra de fallecidos puede subir más todavía, ya que 37 de los heridos se encuentran en estado crítico.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol declaró luto nacional, describiendo el suceso como una “tragedia que no debió haber ocurrido”.
“Como presidente, quien es responsable de la vida y seguridad de las personas, mi corazón no encuentra forma de afrontar el duelo”, declaró Suk-yeol en una transmisión en vivo.
Asimismo, el presidente instó a que se inicien las investigaciones correspondientes para saber qué detonó la tragedia, así como hacer esfuerzos para evitar que no se repita en el futuro.
Antes de que comenzara la trágica estampida, cerca de 100 mil personas se aglomeraron en las angostas calles de la zona, a una corta distancia del Hotel Hamilton.
La estampida comenzó alrededor de las 10:20 PM, cuando la multitud ya no era capaz de moverse debido a la notoria aglomeración en los pasillos del distrito.
Itaweon es conocido por sus negocios y lugares de ocio, por tanto, la concurrencia es algo habitual, sin embargo, tras el final de la distancia social, así como el desuso del cubrebocas debido a los días más bajos de la pandemia, permitió que se celebrara la primera fiesta de Halloween en tres años, atrayendo a una gran cantidad de personas a la zona.
Este domingo, familiares y amigos comenzaron a buscar desesperadamente a sus seres queridos en centros comunitarios, a la vez que los padres de las víctimas reconocían y recogían los cuerpos de sus hijos en las morgues de la ciudad.
“Esta noticia llegó como un rayo del cielo”, dijo un padre de familia tras identificar el cuerpo de su hija.
Muchas personas captaron el momento en vivo, publicándolo en redes como Twitter y Facebook. “La gente siguió empujando cuesta abajo rumbo a un club nocturno, resultando en otras personas gritando y cayendo (…) pensé que yo también sería aplastado hasta morir”, indicó un usuario a través de su cuenta en Twitter.
Tras el fatídico hecho, líderes mundiales mandaron sus condolencias, como fue el caso del presidente de Estados Unidos, Joe Biden y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida.
“Jill y yo mandamos nuestras más sinceras condolencias a las familias que perdieron a sus seres queridos en Seúl. Nos unimos al pueblo de Corea de Sur y le deseamos una pronta recuperación a todos los heridos. Estados Unidos está con la República de Corea durante este trágico momento”, publicó Biden.
Por su parte, Kishida declaró que se encontraba “en shock y realmente triste” por la desgracia.