El Estado Islámico tomó la responsabilidad de las dos explosiones de este miércoles en la ciudad de Kerman, Irán, que dejó más de 100 muertos y más de 200 personas heridas.
A través de un comunicado publicado en la red social de Telegram, en el que el grupo terrorista informa que dos de sus integrantes se hicieron explotar detonando chalecos bomba durante la ceremonia luctuosa del comandante Qassem Soleimani, quien fue asesinado en el 2020 por Estados Unidos.
Tras el ataque, el gobierno iraní juró vengarse de los “terroristas” responsables de los atentados, prometiendo un “severo castigo”, según el Líder Supremo, Ayatollah Khamenei.
Asimismo, el vicepresidente de Irán, Mohammad Mokhber, declaró a la prensa local que habrá una “fuerte represalia para los agresores por parte de los soldados de Soleimani”.
Por otro lado, la ONU condenó los atentados, calificándolos de “ataques terroristas cobardes” y envió sus condolencias a las víctimas y a sus familiares.
Imágenes y videos de los ataques fueron publicados en redes sociales, además, decenas de personas marcharon por ciudades iraníes exigiendo justicia y “muerte a Israel” y “muerte a Estados Unidos”.
El funeral de las víctimas se llevará a cabo este viernes, mientras que el gobierno exhortó a la ciudadanía a manifestarse en contra del Estado Islámico.