Este viernes 15 de marzo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dio luz verde a la ofensiva terrestre sobre la ciudad de Rafah, en la frontera de Egipto. En un enclave donde la situación humanitaria es catastrófica y con la mayoría de la población refugiada en Rafah, tal invasión dejaría a cerca de un millón y medio de gazatíes entre la muerte y la incertidumbre.
La presión sube en la Franja de Gaza, donde el Ejército israelí se prepara para una operación militar sobre la ciudad de Rafah, en el sur del territorio, en la frontera con Egipto.
Pero con una situación humanitaria catastrófica en todo el enclave, la ciudad de Rafah, convertida en un gran campamento de desplazados de otras partes de la Franja que ya han sido atacadas y la casi imposibilidad de huir a otro lugar, los gazatíes quedan cada vez más encerrados.
Según Philippe Lazzarini, director de la UNRWA, "cualquier operación militar a gran escala entre esta población solo puede conducir a capas adicionales de tragedia sin fin".
Una ciudad contra las cuerdas
Desde el inicio de la invasión terrestre de la Franja de Gaza por parte de Israel, el 27 de octubre pasado, la mayoría de los 2,3 millones de gazatíes tuvieron que huir de sus hogares. Se fueron desplazando cada vez más hacia el sur, mientras avanzaban las tropas israelíes, hasta llegar, muchos de ellos, a Rafah.
Actualmente se calcula que alrededor de un millón y medio de personas están refugiadas en Rafah, es decir, seis veces más de la población que allí vivía antes del inicio de la guerra en octubre. Además, según Unicef, un ataque contra la urbe pondría a 600.000 niños y niñas en peligro.
Muchos de los ciudadanos que se encuentran ahora en Rafah viven en alojamientos provisionales, de hecho, se multiplica el número de tiendas de campaña en los alrededores de la ciudad. Varios barrios se han convertido en campamentos de refugiados con personas acampando en las calles, en la playa, o cerca al muro fronterizo con Egipto.
Según el Consejo Noruego para los Refugiados, Rafah es un "gigantesco campo de refugiados". Muchas familias también se amontonan en apartamentos o viven en las escuelas de la ONU.
UNA POBLACIÓN EXHAUSTA
La cotidianidad de la mayoría de las personas en Rafah se ha convertido en intentar encontrar comida, hacer filas para ir al baño o conseguir agua y medicamentos. Las enfermedades proliferan debido a las condiciones de vida. Los médicos y los trabajadores humanitarios informaron que es difícil suministrar incluso la ayuda básica y detener la propagación de enfermedades.
Estamos agotados. Israel puede hacer lo que quiera. Estoy sentada en mi tienda. Moriré en mi tienda
En las últimas semanas, Israel ha reducido drásticamente el número de camiones de ayuda humanitaria que llegan a la Franja de Gaza. Según la ONU, el 90% de la población de Gaza come menos de una vez al día, y una cuarta parte se enfrenta a una hambruna absoluta, especialmente en el norte del enclave.
"Estamos agotados. En serio, estamos agotados. Israel puede hacer lo que quiera. Estoy sentada en mi tienda. Moriré en mi tienda", dijo a la agencia AP Jihan al-Hawajri, que huyó varias veces del norte de Gaza y ahora vive con 30 familiares en una tienda de campaña.
Casi ningún lugar al que huir
De hecho, las posibilidades de huir y refugiarse en otro lugar son casi inexistentes. Aunque muchos palestinos de Rafah quisieran volver a la ciudad de Gaza y otras zonas del norte, casi todo está destruido. Además, Israel sigue bombardeando muchas zonas, como la ciudad de Khan Younis.
Egipto ha dicho repetidamente que no permitirá a los refugiados palestinos cruzar a su territorio.
"Vinimos por los volantes que dejaron caer en la ciudad de Khan Younis, diciendo: 'Vayan a Mawasi y a la ciudad de Rafah, la ciudad de Rafah es un lugar seguro'. Así que la gente acudió al lugar que decían que era seguro. Vinimos aquí y nos sorprendió que en la ciudad de Rafah hubiera bombardeos todos los días, mártires todos los días, humillaciones todos los días. ¿Dónde está el lugar seguro del que hablan? ¿Dónde debe ir la gente?", dijo a Reuters Mohammad Al-Nabrees, ciudadano gazatí desplazado en Rafah.
A principios de la guerra, Israel declaró la zona de Muwasi, en la vecina costa a Rafah, como zona segura. Pero en las últimas semanas también se ha bombardeado este lugar.
Según el Ejército israelí, se prevé la evacuación de los civiles palestinos atrapados en Rafah a "islas humanitarias" en el medio del enclave, algo que sigue sin confirmarse.