En rueda de prensa con Netanyahu tras una reunión en Florida, Trump amenazó con "erradicar" cualquier intento de Teherán de reconstruir su programa nuclear o su arsenal de misiles balísticos tras los ataques de Estados Unidos e Israel a mediados de este año.
Trump también restó importancia a los informes sobre tensiones con Netanyahu respecto a la segunda etapa del frágil alto el fuego en Gaza. Afirmó que Israel había "cumplido" sus compromisos y que la responsabilidad recaía en el grupo islamista palestino Hamás.
"Si no se desarman como acordaron, entonces lo pagarán caro", dijo Trump en su lujoso complejo de Mar-a-Lago. "Tienen que desarmarse en un período de tiempo bastante corto".
El brazo armado de Hamás reiteró más temprano el lunes que no entregaría sus armas.
Un consejero cercano al líder supremo de Irán reaccionó el lunes asegurando que cualquier agresión contra su país recibirá una "respuesta inmediata y contundente".
Netanyahu destacó que el encuentro con Trump había sido "muy productivo" y anunció que Israel le otorgará el más alto honor civil del país.
Trump, que se autoproclama el "presidente de la paz", quiere pasar a la siguiente fase de la tregua acordada en Gaza, que contempla la instalación de un gobierno tecnocrático palestino y el despliegue de una fuerza internacional de estabilización.
Si bien algunos en la Casa Blanca temen que Netanyahu esté retrasando el proceso, Trump dijo tener "muy pocas diferencias" con el primer ministro israelí.
"No me preocupa nada de lo que esté haciendo Israel", aseveró. "Han cumplido el plan".
El desarme de Hamás, sin embargo, sigue siendo un punto de fricción.
"Nuestro pueblo se defiende y no renunciará a sus armas mientras la ocupación perdure; no se rendirá, aunque tenga que luchar con las manos desnudas", dijo Abu Obeida, el nuevo portavoz de las Brigadas Ezedin al Qasam, el brazo armado de Hamás, en un mensaje en video el lunes.