Vaticano.- El Vaticano abrió el archivo que comprende los documentos de las relaciones diplomáticas y políticas de la iglesia católica en los periodos de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría, que podrá ser consultado a partir de hoy.
Estos documentos, contienen, entre otras cosas las relaciones establecidas durante el mandato del nazismo, así como las relaciones con las autoridades soviéticas y los criticados intentos del Papa Pío VII para lograr adquirir recursos a través de diversos medios.
En la división dedicada a las condiciones de los judíos hay 170 fascículos con al menos cuatro mil nombres de integrantes de esta religión con sus respectivas historias, a quienes la iglesia católica ayudó de diversas maneras, entre ellas a migrar a naciones donde no fueran perseguidos.
En los periodos de guerra también se recibieron cartas con solicitudes de ayuda de ciudadanos del mundo, a los que en algunos casos fue posible darles seguimiento y auxilio.
De igual manera, los documentos resguardan datos de las relaciones con latinoamérica, Israel tras su fundación y el crecimiento de África en los años que se independizaron algunas naciones, informó el centro de noticias especializado Vatican News.
Existen también datos capturados por la iglesia para uso interno, como la transcripción de noticias de última hora emitidas en las radios locales durante la guerra, que notificaban avances de tropas y actos bélicos, que eran capturados al minuto por un equipo de monjas.
La información que comprende el Archivo Histórico de la Sección para las Relaciones de los Estados, de la Secretaría de Estado, también incluyen intercambios epistolares como los que se realizaron con Myron Taylor, representante del presidente Franklin D. Roosevelt en 1944.
Proponían una agrupación de naciones que prevengan la guerra, que es considerada una de las ideas que daría pie a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Estos documentos, que comprenden el periodo papal de Pío VII, incluyen los archivos emitidos y recibidos por el Estados Vaticano, se compone de dos millones de documentos, de los cuales un millón 300 mil ya han sido digitalizados y el resto están en proceso.
Los documentos abiertos a los historiadores, investigadores o quienes deseen consultarlos podrán ser revisados en las instalaciones de la Santa Sede, que tiene capacidad para albergar a 20 personas que realicen investigaciones.
Gracias al proceso de digitalización que inició hace aproximadamente 10 años permite que se consulte de forma simultánea y que se conserven los papeles en los que están asentados los datos, por lo que se podrán mantener almacenados en casos de consultas en las que se requieran otros datos.
Estos archivos están a disposición del público por mandato de Francisco, quien consideró necesario que se conocieran los datos que continuaban protegidos por la iglesia católica para permitir investigaciones a profundidad respecto a hechos ocurridos en las guerras.