A unas cuantas horas de que los integrantes del partido republicano nominaran al representante Tom Emmer como su candidato para que presida la Cámara de Representantes, el representante de Minnesota se bajó de la contienda.
Cabe subrayar que el Congreso de los Estados Unidos acumula más de tres semanas sin un líder y sin poder operar correctamente desde entonces.
La situación dentro del partido, el cual nominó a Emmer luego de cinco rondas de votación, y su abrupta salida, da qué pensar sobre la situación entre los republicanos, pues estarían divididos respecto a la decisión, pues se prevé que no consigan la mayoría para ganar la elección al ansiado puesto.
Si Emmer lograba la hazaña, iba a convertirse en el presidente de la Cámara de Representantes con menos experiencia en la historia reciente, pues no había presidido un comité u ocupado un puesto de liderazgo, pese haber tenido un cargo alto durante las elecciones republicanas.
Lo anterior fue suficiente para que el republicano fuera criticado dentro y fuera de la esfera política de Estados Unidos; ello y el haberse dado cuenta de que no contaría con el empuje suficiente para ganar, lo hizo declinar en la carrera por la Cámara de Representantes.