De acuerdo con un informe de la Organización Iran Human Rights, en Irán se ejecutaron alrededor de 834 persona en 2023, un 43% más que en el 2022.
Esto significa un aumento de 2 a 4, por día, especialmente desde que estallaron los conflictos en Gaza.
Un aumento provocado en parte por las acciones tomadas por Teherán para hacer frente a las masivas protestas en reclamo a la muerte de Mahsa Amini en 2022.
Entre las víctimas hay al menos 22 mujeres, la cifra más alta en los últimos 10 años.
El organismo, con sede en Noruega, monitorea la situación de los derechos humanos en esta nación, en coordinación con una agencia francesa que da seguimiento a casos de pena de muerte.
Es la cifra más alta en la historia de Irán en lo que se refiere a ejecuciones desde el 2015, cuando el número subió a 972.
De cuerdo con la asociación, las ejecuciones buscan provocar miedo y además como instrumento de presión política.