El Papa Francisco enfatizó este jueves la persistente realidad de la violencia, desigualdad y maltrato que enfrentan las mujeres en todo el mundo, al mismo tiempo que resaltó el rol fundamental de la educación de las niñas como camino hacia sociedades más justas y equitativas.
Durante una audiencia con los participantes del Congreso Internacional Interuniversitario 'Mujeres en la Iglesia: artífices de lo humano', celebrado en anticipación al Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), el pontífice expresó su preocupación por las dificultades que enfrentan las mujeres en diversos ámbitos.
El Papa señaló que las mujeres poseen una inteligencia y un corazón que promueven la unidad y la humanidad, colocando la compasión en lugares donde a menudo es escasa. Destacó que, a pesar de su importancia, la educación de las niñas sigue siendo objeto de discriminación en muchos contextos, siendo temida en algunos casos.
"Sin embargo, el camino hacia sociedades mejores pasa justamente por la educación de las niñas", enfatizó el Papa Francisco.
Además, subrayó la capacidad única de las mujeres para mostrar compasión, gracias a su intuición y su inclinación natural hacia el cuidado de los demás. En un mundo marcado por la violencia y el odio, el Papa sostuvo que la contribución femenina es más necesaria que nunca, ya que las mujeres poseen la habilidad de unir con ternura.
El sumo pontífice recordó a los presentes que la Iglesia depende de las mujeres, ya que ella misma es femenina en su esencia: hija, madre y esposa. Finalmente, instó a encontrar formas adecuadas para valorar y reconocer la grandeza y el papel de las mujeres dentro del Pueblo de Dios.