Integrantes del Departamento de Justicia de los Estados Unidos están analizando cerrar dos casos penales federales en contra del ahora presidente electo, Donald Trump, antes de que asuma el cargo.
De acuerdo con fuentes cercanas, los funcionarios del Departamento de Justicia aceptaron que Trump no podría someterse a un juicio en las próximas semanas, tanto en el caso por el asalto al Capitolio del 6 de enero como el de los documentos clasificados.
Al respecto, el ex fiscal federal, Chuck Rosenberg declaró que la situación es "sensible, inevitable y desafortunada", puesto que el republicano podría ver cómo se desechan los cargos en su contra.
Mientras tanto, el equipo legal de Trump está preparando una estrategia para eliminar los cargos federales y estatales en contra del magnate, quien, ha tenido varias audiencias luego de una serie de acusaciones en su contra.
Sobre todo, en el caso penal de Nueva York, por el cual tiene una audiencia de sentencia programada para el próximo 26 de noviembre, sin embargo, sus abogados podrían posponerla de manera indefinida o lograr que sea desestimada.
Por otro lado, sobre el caso de interferencia electoral en Georgia, el republicano se encuentra en apelaciones sobre la ética relacionada con el fiscal del distrito.
Cabe recordar que una de las políticas del Departamento de Justicia, un presidente en funciones no puede ser procesado, por tanto, de proceder, sería hasta después de que Trump finalice su segundo mandato presidencial.