El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, denunció este sábado la "guerra de exterminio y la limpieza étnica" que supone la ofensiva militar lanzada por las Fuerzas Armadas israelíes sobre la Franja de Gaza.
Además, instó al Consejo de Seguridad de la ONU a que "imponga" una tregua.
"Es una guerra de exterminio y de limpieza étnicas de cientos de miles de palestinos", manifestó Abul Gheit en un comunicado oficial.
En particular ha criticado la falta de agua potable para la población. "La mayoría de la población vive con un litro de agua para todas sus necesidades.
La gente bebe de pozos no higiénicos porque necesitan unos 140 litros de media", destacó.
Gheit advirtió además de que la mayoría de las plantas de desalización han dejado de funcionar debido a la falta de combustible.
"Esta situación provoca una crisis sanitaria importante y aumenta las posibilidades de transmisión de enfermedades infecciosas, agravado por el cierre de varios hospitales y centros de salud. Estamos siendo testigos del hundimiento del sector sanitario en Gaza", indicó Abul Gheit.
El responsable de la Liga Árabe lamentó que "ni siquiera las ambulancias se libran de los ataques de la ocupación israelí en flagrante violación de las más básicas leyes de la guerra", en referencia a la muerte de 15 personas por el bombardeo contra un convoy de ambulancias el viernes en el que murieron 15 personas.
TREGUA INMEDIATA
Por todo ello, Abul Gheit emplazó a los Estados miembro del Consejo de Seguridad de la ONU ha "trabajar para parar la agresión de inmediato e imponer una tregua humanitaria para que entren las mercancías necesarias para salvar a cientos de miles de personas".
"El hambre es una posibilidad inminente, en particular porque 1,2 millones de personas de Gaza ya la sufren", agregó.
"Gaza necesita la imposición de una tregua humanitaria para salvar a los civiles del infierno de las batallas y del inminente reisgo d hambruna" que se suma a las penurias provocadas por "17 años de asedio", resaltó.
Abul Gheit reconció la importancia de los camiones que entran desde Egipto con ayuda, pero ha recordado que "está aún muy lejos de lo que se necesita para evitar un crisis humanitaria" y advirtió de que es "enormemente difícil" repartir la ayuda.