Al menos 44 palestinos muertos dejaron los ataques aéreos de Israel, entre ellos más de una docena de niños en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza.
Hamas advirtió el sábado que una ofensiva terrestre israelí podría provocar dicha situación, pues la ciudad afectada es el último refugio de los habitantes.
El movimiento islamista manifestó en un comunicado del riesgo de "una catástrofe y una masacre que podría conllevar decenas de miles de mártires y heridos".
De igual forma, Hamas responsabilizó a "la administración estadounidense, la comunidad internacional y la ocupación israelí" de las consecuencias.
Por su parte, Israel dice que Rafah, de limites con Egipto, es el último bastión quienes del grupo militante de Hamas en Gaza, después de más de cuatro meses de guerra.
Sameh Shoukry, Ministro de Asuntos Exteriores egipcio, advirtió que cualquier ofensiva terrestre israelí contra esa ciudad traería "consecuencias desastrosas", pues los israelíes pretenden que los palestinos abandonen su tierra.