Quito, Ecuador.- Al menos 31 reclusos murieron en un nuevo estallido de violencia carcelaria que se inició el sábado en Ecuador y se extendió hasta este martes, cuando militares y policías ingresaron a la penitenciaría de Guayaquil para retomar el control, informó la Fiscalía.
"Hasta el momento se confirma el fallecimiento de 31 privados de libertad, tras los enfrentamientos registrados desde el sábado en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil. Además 11 personas resultaron heridas, entre ellos un policía", señaló la Fiscalía en su cuenta de Twitter.
En principio, el organismo que administra las prisiones (SNAI) había reportado el sábado 22 de julio "tres heridos leves" por un incidente en esa cárcel, también conocida como Guayas 1.
Para el domingo, la entidad confirmó un enfrentamiento entre bandas criminales dentro de la prisión e informó de seis muertos y 11 heridos.
Este martes un contingente de 2 mil 700 uniformados, entre militares y policías, ingresaron a la penitenciaría para retomar el control. La intervención se dio en el marco de un estado de excepción declarado en todo el sistema penitenciario por 60 días.
"El Estado pone orden en la Penitenciaria del Litoral porque la fuerza coercitiva jamás se doblegará", escribió el presidente Guillermo Lasso en su cuenta de la red social X, antes llamada Twitter.
El mandatario incluyó en su mensaje fotografías en las que se observa uniformados fuertemente armados que custodian a decenas de presos en un patio. Los reclusos aparecen con el torso desnudo, unos sentados y otros acostados boca abajo, y con las manos atadas.
Las autoridades no han informado sobre la situación de 96 guías penitenciarios retenidos en cinco cárceles ni han mencionado a los presos que se declararon en huelga de hambre en 13 centros.
Desde febrero de 2021, las prisiones ecuatorianas son escenarios recurrentes de matanzas que dejan más de 420 reclusos asesinados y una estela de terror con cuerpos decapitados e incinerados.
Las bandas criminales han convertido a las cárceles en sus centros de operaciones. Allí se disputan el control del territorio para el narcotráfico, un mal creciente en Ecuador.
Afuera de la cárcel, un centenar de familiares de los reclusos esperaban noticias.