La tormenta tropical Beryl se internó este viernes en el Golfo de México con destino a Texas, tras haber tocado tierra como huracán en la Riviera Maya de México, donde dejó únicamente daños materiales, reportaron las autoridades.
A pesar de su impacto inicial, las medidas preventivas y la respuesta inmediata lograron evitar pérdidas humanas.
Actualmente, Beryl se encuentra a 995 km de Corpus Christi, Texas, y se espera que llegue a territorio estadounidense el domingo.
El ciclón registra vientos máximos sostenidos de 95 km/h, según el reporte más reciente del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, la tormenta muestra signos de continuar su avance, generando preocupación entre las comunidades costeras de Texas.
Después de que el ciclón tocó territorio mexicano la madrugada de este viernes como huracán categoría 2, con vientos de 175 km/h que produjeron la caída de árboles y postes, así como daños en techos de edificios y cortes de electricidad en al menos tres municipios del estado de Quintana Roo.
El sistema de Protección Civil informó que, pese a estos daños, no se reportaron víctimas mortales ni heridos, lo cual fue confirmado posteriormente en una conferencia de prensa.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su habitual mañanera, destacó la importancia de no haber registrado pérdidas de vidas.
Por su parte, la jefa nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, informó que el servicio eléctrico estaba restablecido al 70% y se esperaba su plena recuperación para el domingo.
Además, los aeropuertos de Cancún, Tulum y Cozumel no sufrieron afectaciones significativas en su infraestructura, permitiendo la normalización de actividades.
La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, confirmó que la operación del aeropuerto de Cancún se normalizó desde las 17H00 GMT del viernes, al igual que el resto de las actividades en el estado.
Sin embargo, 348 vuelos programados entre el jueves y el sábado fueron cancelados preventivamente en dicho aeropuerto.
Por lo que según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el impacto acotado de Beryl se debió a que su núcleo llegó a la costa "desintegrado", reduciendo así la agresividad de sus vientos.
En el centro de Tulum, una de las zonas más afectadas, el ejército mexicano instaló una cocina comunitaria para las personas que no podían regresar a sus casas debido a encharcamientos y bloqueos de vías.
Mientras que Protección Civil y los bomberos trabajaban en el despeje de calles y avenidas.
Cerca de 2,200 personas ocuparon los 58 refugios temporales habilitados, mientras más de 25,600 elementos de seguridad y de la eléctrica estatal CFE actuaban en la zona de desastre.
Por lo que el ciclón, que ya no golpeará territorio mexicano, sigue su trayectoria hacia el noreste, esperando volver a tocar tierra como huracán en la costa de Texas.
Siendo Beryl, el primer huracán de la temporada del Atlántico, impresionó a los expertos por su intensidad, dejando a su paso por el Caribe al menos siete muertos.
Según los científicos, el cambio climático y el aumento de las temperaturas del agua favorecen la intensificación rápida de estas tormentas, perfilando una temporada de huracanes extraordinaria, como advirtió la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).