La comunidad internacional no logra acordar una solución a la creciente crisis en Medio Oriente. Tras la clausura de la cumbre celebrada en El Cairo, la Presidencia egipcia emitió un comunicado lamentando la falta de un acuerdo definitivo y criticando la falta de unidad en la comunidad internacional al abordar la crisis.
El comunicado de la oficina de Abdelfatah al-Sisi resaltó las divergencias en la reacción internacional frente a la violencia en la región, señalando la disparidad en las condenas de actos violentos en diferentes contextos.
La cumbre egipcia, a pesar de contar con la participación del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, careció de representantes de Hamás e Israel, los principales actores en la escalada actual.
Estados Unidos envió únicamente a un funcionario de su embajada en Egipto.
Los esfuerzos del presidente egipcio por aproximar posturas entre Europa y las naciones árabes se encontraron con desacuerdos significativos entre los participantes, particularmente en dos asuntos clave: la condena de los ataques israelíes contra civiles y la cuestión del éxodo palestino.
Las representaciones de Francia, Reino Unido, Alemania e Italia abogaban por condenar los ataques de Hamás en territorio israelí del 7 de octubre, pero se encontraron con la resistencia de Jordania, Egipto, Qatar y la Autoridad Palestina, que buscaban una condena similar para los ataques de Tel Aviv contra civiles en Gaza.
Los europeos optaron por una posición más reservada, abogando por el reconocimiento de la "legítima defensa" de Israel.
El rey de Jordania, Abdalá II, expresó su inquietud por la percepción de que las vidas de los palestinos tienen menos importancia que las de los israelíes.
Abogó por un alto al fuego inmediato y manifestó su preocupación por la situación humanitaria en la Franja de Gaza.
El presidente jordano fue uno de los líderes más activos en la reunión y cuestionó las peticiones de Israel y Estados Unidos para que Egipto acoja refugiados palestinos de manera temporal en el desierto del Sinaí, una propuesta que genera inquietud en la comunidad árabe debido a la posibilidad de que los palestinos no puedan regresar.
El mandatario egipcio afirmó que rechazan el desplazamiento forzoso de palestinos y subrayó la importancia de encontrar una solución justa para la causa palestina.
Mientras Israel intensifica sus bombardeos y se prepara para una incursión terrestre en la Franja de Gaza, el líder de la Autoridad Palestina se mantiene firme en su posición de no abandonar su tierra.
El contingente europeo abogó por la creación de corredores humanitarios para el ingreso de ayuda a Gaza y por esfuerzos para desescalar el conflicto y prevenir su expansión a otros países de la región. También expresaron su apoyo a la solución de dos Estados en el futuro.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, destacó que la reunión permitió que todas las partes se escucharan mutuamente, aunque reconoció la necesidad de trabajar más en conjunto.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su solidaridad con Abbas y reafirmó el compromiso de España de enviar ayuda humanitaria.
El bloque occidental enfatizó la importancia de que las actividades israelíes cumplan con el derecho internacional humanitario vigente.
No obstante, la falta de claridad en la implicación de Tel Aviv en el asesinato de civiles palestinos y la posición tímida de una parte de la comunidad internacional en relación con el bloqueo a la Franja de Gaza podrían aumentar las violaciones israelíes a las normas de la guerra.
Además, las tensiones entre Israel y el mundo árabe aumentan, poniendo en peligro las relaciones de Tel Aviv con países como Egipto y Jordania, que habían normalizado sus relaciones con Israel en la década de 1970 a través de los Acuerdos de Camp David.
El fallo en la diplomacia regional evidenciado en la Cumbre por la Paz en Egipto refleja la falta de coordinación entre dos partes del mundo con valores e intereses divergentes. Mientras tanto, los ataques en la Franja de Gaza han causado más de 4,000 muertes, según cifras del Ministerio de Salud palestino.