CIUDAD DE MÉXICO, julio 4 (EL UNIVERSAL).- Los surcoreanos han comenzado a hacer compras de pánico en los supermercados locales, luego de que el gobierno de Japón anunciara su decisión de liberar más de un millón de toneladas de agua contaminada de la planta de Fukushima al océano Pacífico.
De acuerdo con el "South China Morning Post", pobladores han criticado la falta de acción del gobierno del presidente Yoon Suk-yeol acusándolo de hacer vista gorda ante el plan de Japón de verter aguas residuales de la planta de energía nuclear al mar.
Ante esta situación los habitantes han hecho compras de pánico, principalmente de sal de mar, pese a que el gobierno japones aseguró que el agua ha sido tratada para retirarle la mayor parte de los isótopos radiactivos.
"Recientemente compré 5 kilogramos de sal", dijo Lee Young-min para "The Japan Times", una madre de dos hijos de 38 años, mientras preparaba sopa de algas en su cocina en Seongnam, justo al sur de Seúl.
Young-min aseguró que nunca había comprado tanta sal, pero sentía que tenía que hacer lo que pudiera para proteger a su familia.
"Como madre que cría a dos hijos, no puedo simplemente sentarme y no hacer nada. Quiero alimentarlos de manera segura", comentó.
-----Sube costo de la sal en Corea del Sur
La necesidad por almacenar la sal contribuyó a un aumento de casi el 27% en el precio de la sal en Corea del Sur en junio con respecto a hace dos meses, aunque las autoridades dicen que el clima y la menor producción también fueron los culpables.
Asimismo, las autoridades pesqueras de Corea del Sur dicen que vigilarán de cerca las granjas de sal para detectar cualquier aumento de la radiactividad. Corea del Sur ha prohibido el marisco en las aguas cercanas a Fukushima.
Por su parte, China también ha criticado el plan de Japón para liberar el agua, acusándolo de falta de transparencia y diciendo que representa una amenaza para el medio ambiente marino y la salud de las personas en todo el mundo.
----¿Por qué se va a verter agua contaminada al océano?
En abril de 2021, el gobierno de Japón aprobó su plan elaborado junto a la compañía energética Tokyo Electric Power (TEPCO) para deshacerse de las toneladas de agua contaminada de materiales radiactivos que se acumulan en la accidentada planta de Fukushima Daiichi a raíz de la crisis nuclear desencadenada una década antes por un terremoto y un devastador tsunami.
El Ejecutivo nipón, la operadora de la planta y el regulador nuclear japonés se decantaron por el vertido al océano como la mejor vía para solucionar el problema del almacenamiento limitado para el líquido dentro de las instalaciones nucleares, y tras descartar otras alternativas por su complejidad técnica o su mayor coste.
El plan, que fue elaborado en colaboración con el OIEA, consiste en verter al Pacífico de forma gradual más de 1.32 millones de toneladas de líquido contaminada de radioisótopos, tras ser procesada para retirarle la mayoría de esos materiales altamente radiactivos y diluida en agua marina.
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Corea en pánico ante liberación de agua contaminada
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