Conmemora Ruanda trigésimo aniversario de genocidio

En 1994, se marco un genocidio que marcó uno de los capítulos más sombríos de la historia reciente universal.

El presidente de Ruanda, Paul Kagame, rememoró este domingo el 30º aniversario del genocidio perpetrado por extremistas hutus contra los tutsi, lamentando la pasividad de la comunidad internacional durante una de las peores masacres del siglo XX que dejó 800.000 muertos en 100 días. 

Como es tradición cada 7 de abril, se encendió una llama en el Memorial de Gisozi en Kigali, donde se estima que yacen los restos de unas 250.000 víctimas.

Kagame, líder del Frente Patriótico Ruandés (FPR) que detuvo las matanzas en 1994, encabezó la ceremonia en el BK Arena de Kigali, donde declaró:

"Es la comunidad internacional que nos abandonó a todos, por desdeño o cobardía". 

La presencia de dirigentes y dignatarios extranjeros destacó en la conmemoración, incluyendo al exmandatario estadounidense Bill Clinton, quien ha reconocido la inacción de su gobierno como su mayor fracaso.

El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, también se pronunció, admitiendo la responsabilidad compartida por la UA y otras instancias internacionales en la falta de intervención durante el genocidio. 

En un gesto de reconciliación, Francia envió a representantes, incluido el ministro de Relaciones Exteriores y al secretario de Estado del Mar, Hervé Berville, quien nació en Ruanda y fue evacuado durante los primeros días del genocidio.

Genocidio

Ocurrido en 1994, marcó uno de los capítulos más sombríos de la historia reciente. 

Durante aproximadamente 100 días, extremistas hutus llevaron a cabo una campaña de violencia sistemática contra la minoría étnica tutsi y hutus moderados, resultando en la muerte de alrededor de casi un millón de personas, según estimaciones de Naciones Unidas. 

Este genocidio, que comenzó el 7 de abril de 1994, es considerado una de las peores masacres del siglo XX.

La pasividad de la comunidad internacional durante el genocidio fue objeto de críticas y cuestionamientos. 

A pesar de las señales de advertencia y los llamados de ayuda desesperados, la mayoría de los países occidentales y organizaciones internacionales fracasaron en responder de manera efectiva para detener la violencia y proteger a los civiles.

El Frente Patriótico Ruandés (FPR), liderado por Paul Kagame, logró detener las matanzas en julio de 1994 y tomó el control del país. 

Desde entonces, Kagame ha gobernado Ruanda, y el país ha experimentado un desarrollo económico y social, aunque persisten críticas sobre el respeto a los derechos humanos y la libertad de expresión en su gobierno.