San Salvador, El Salvador.- Un total de 14 años de prisión por delitos cometidos durante su gobierno. Una tregua pactada entre pandillas durante el mandato del expresidente de El Salvador, Mauricio Funes, llevó a la Justicia de ese país a investigar el papel del entonces jefe de Estado.
Según la Fiscalía, la sentencia total de Funes se divide en ocho años por el cargo de "agrupaciones ilícitas" y seis por "incumplimiento de deberes". El exmandatario, que actualmente se encuentra asilado en Nicaragua, fue juzgado en ausencia.
También fue condenado el general David Munguía Payés, quien se desempeñó como ministro de Justicia y Seguridad durante el mandato de Funes. Este recibió 18 años de prisión, casi un lustro más que su antiguo jefe, por "actos arbitrarios".
No es la primera vez que un expresidente ha sido condenado a prisión en El Salvador en los últimos años. En 2018, Elías Antonio Saca fue sentenciado a 10 años de cárcel por corrupción.
"Se consideraban intocables", dijo en Twitter el ministro de Seguridad y Justicia actual, Gustavo Villatoro. "Llegó la hora de poner fin a tantos años de impunidad selectiva, esos que hacían negociaciones oscuras a costa de la sangre de los salvadoreños han sido condenados a pagar prisión por el daño causado a la sociedad", concluyó.
Según la Justicia salvadoreña, pandillas locales, entre las que se encontraban la Mara Salvatrucha, conocida como MS13, y Barrio 18, pactaron con el Gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, encabezado por Funes, para reducir las cifras de homicidios.
El trato, señala el Ministerio Público, era respaldado por favores como beneficios para los líderes de las pandillas en prisión, una menor presencia de fuerzas de seguridad en los barrios donde se desempeñaban estos grupos ilegales e inversión pública en las zonas bajo control de las maras.
Estas acciones fueron negadas por Mauricio Funes en una declaración hecha a la Fiscalía en el año 2016. Sin embargo, Munguía Payés contradijo la versión del político al afirmar que el armisticio fue parte de una política de "pacificación".