El presidente de Bolivia, Luis Arce, calificó el viernes como una "inaceptable ofensa" y una "práctica colonialista" el ofrecimiento de Estados Unidos de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
A través de sus redes sociales, Arce expresó su condena contra esta medida que considera una agresión a la soberanía y dignidad de Venezuela y de los pueblos latinoamericanos.
Arce sostuvo que "ofrecer una recompensa por la captura de un presidente democráticamente electo es una práctica colonialista" y un acto que atenta contra la autonomía de los países.
Enfatizó que este tipo de acciones representan una agresión directa a los pueblos, y reafirmó su solidaridad con Maduro y Venezuela.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció el jueves el aumento de la recompensa a 50 millones de dólares, el doble de los 25 millones ofrecidos en enero, por información que lleve a la captura de Maduro.
La funcionaria estadounidense calificó esta recompensa como "histórica" y describió a Maduro como uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Bondi también informó que el Departamento de Justicia ha incautado más de 700 millones de dólares en activos supuestamente vinculados a Maduro, además de dos aviones privados y nueve vehículos.
Estas medidas forman parte de la estrategia de Washington para presionar al gobierno venezolano.
Por su parte, el expresidente boliviano Evo Morales también condenó las "nuevas amenazas" de Estados Unidos contra Maduro.
Morales calificó estas acciones como parte del intento del "imperio" por actuar como policía mundial, con el objetivo principal de apoderarse de los recursos naturales de Venezuela, un país rico en petróleo y minerales.
Morales fue un aliado cercano de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Luis Arce revalidó esa alianza política desde que asumió la presidencia de Bolivia en 2020 y recientemente recibió en el país, durante las celebraciones del bicentenario de la independencia, al canciller venezolano Yván Gil, en una muestra de estrecha cooperación entre ambos gobiernos.