Tras concluir este lunes el plazo para la inscripción de candidaturas presidenciales para los comicios del 16 de noviembre, ocho aspirantes disputarán la sucesión del mandatario Gabriel Boric -no puede optar a la relección inmediata sino un período de por medio- a contar de marzo de 2026 y por los siguientes cuatro años.
Serán las primeras presidenciales con voto obligatorio desde 2009 y para ganar se requiere más de 50 por ciento de los sufragios válidos, de lo contrario habrá una segunda vuelta un mes después entre las dos primeras mayorías.
A la cabeza figura el ultraderechista José Antonio Kast (59 años), del Partido Republicano, que marca entre 25 y 30 puntos en las encuestas, y que está en su tercer intento por llegar al Palacio de La Moneda.
Implacable con Boric -quien lo venció hace cuatro años en segunda vuelta luego de que Kast ganó inicialmente-, centra su discurso en la inseguridad, la delincuencia y la migración ilegal y descontrolada.
"Vivimos una emergencia en seguridad que encierra a las familias en sus casas, mantiene libres a los criminales en las calles y permite que extranjeros ilegales violen impunemente nuestras fronteras y nuestras leyes", afirma.
No oculta su pinochetismo ni su catolicismo ortodoxo -se opone por ejemplo a la planificación familiar-, tiene cercanía con la ultraderecha internacional, entre ellos el argentino Javier Milei, el español Santiago Abascal, el salvadoreño Nayib Bukele –admira su modelo carcelario-, y el estadunidense Donald Trump.
Promete bajar impuestos y achicar el Estado, del cual dice es "un obstáculo, atrapado en su propia burocracia, en su obsesión regulatoria y en un gasto público desbordado».
Quien asoma como la principal contendora de Kast es la militante comunista Jeannette Jara, ex ministra de Trabajo de Boric y candidata única de la izquierda y la centro izquierda aglutinada en Unidad por Chile.