El juicio contra Hunter Biden, acusado de posesión ilegal de armas, ha iniciado esta semana con la selección del jurado, compuesto por 12 miembros y cuatro suplentes. Todos ellos fueron elegidos después de ser interrogados sobre sus opiniones en cuanto al derecho a portar armas y la adicción a las drogas.
El proceso comienza tras el fracaso de un acuerdo de culpabilidad que habría evitado el espectáculo de un juicio tan cerca de las elecciones de 2024, que tendrán lugar en noviembre.
Por lo tanto, es la primera vez que un presidente de los Estados Unidos, en este caso, Joe Biden, ve involucrado a su hijo en un proceso legal: lejos de esconder el escándalo, la primera dama se presentó en la sala judicial para apoyar a su hijastro.
En el caso de su padre y presidente de Estados Unidos, se ha dejado ver pasando el fin de semana con su hijo y ha dicho en un comunicado que siente "un amor sin límites" por él y que tiene "confianza" y "respeto por su fortaleza".
Además, añadió: "Soy el presidente, pero también soy papá". Finalmente, concluyó que no tendría más comentarios sobre el caso. "Jill y yo queremos a nuestro hijo, y estamos muy orgullosos del hombre que es hoy", concluyó.
Hunter Biden también se enfrenta otro juicio en California, acusado de no pagar 1,4 millones de dólares en impuestos.
Ambos casos podrían afectar a la campaña de Biden, puesto que su contrincante, Donald Trump, utiliza a menudo los casos de su hijo para atacarle y acusarle de corrupción.
Los republicanos, en cambio, tienen a un ya sentenciado en casa. Donald Trump fue declarado culpable de 34 delitos graves en Nueva York por encubrir un pago de dinero por el silencio de una actriz porno para evitar daños a su campaña presidencial de 2016.
El caso contra Hunter Biden tiene su origen en un periodo en el que, según admitió públicamente, era adicto al crack. Su caída en las drogas y el alcohol se produjo tras la muerte en 2015 de su hermano, Beau Biden, a causa de un cáncer. Se le acusa de comprar y poseer un arma durante 11 días en octubre de 2018 e indicar en el formulario de compra de armas que no consumía drogas.
Los abogados de Hunter Biden han sugerido que podrían argumentar que no se veía a sí mismo como un adicto, como respuesta al argumento de los fiscales que dicen que marcó "no" a la pregunta en el formulario. Por ello, también buscan atacar la credibilidad del propietario de la armería.
Si Hunter Biden es declarado culpable, se enfrenta a una pena de hasta 25 años de prisión, aunque a los delincuentes primerizos no se les suele aplicar el máximo, y no está claro si el juez le impondría tiempo entre rejas.