La Corte Internacional de Justicia (CIJ) rechazó la solicitud de México de implementar medidas provisionales contra Ecuador tras el asalto a su embajada en Quito. En una orden emitida el 23 de mayo de 2024, la CIJ determinó unánimemente que las circunstancias actuales no justifican la necesidad de tales medidas.
La CIJ concluyó que "las circunstancias, tal como se presentan actualmente ante la Corte, no son tales que requieran el ejercicio de su poder según el Artículo 41 del Estatuto para indicar medidas provisionales". México solicitó estas medidas mientras se tomaba una decisión final sobre "cuestiones jurídicas relativas a la solución de controversias internacionales por medios pacíficos y relaciones diplomáticas, y la inviolabilidad de una misión diplomática".
A pesar de la negativa, la CIJ subrayó "la importancia fundamental de los principios consagrados en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas", enfatizando que "no existe un requisito más fundamental para la conducción de las relaciones entre Estados que la inviolabilidad de los enviados y embajadas diplomáticas". La decisión de la CIJ se basó en gran medida en las garantías ofrecidas por Ecuador, tanto por escrito como durante las audiencias públicas, lo que llevó a la Corte a concluir que no era necesario indicar medidas provisionales.
Ecuador celebró la decisión de la CIJ, calificando la solicitud de México como innecesaria y destacando que se había realizado sin considerar la seguridad proporcionada por Ecuador a la Embajada mexicana. Aunque el comunicado oficial fue retirado poco después, el gobierno ecuatoriano enfatizó su compromiso en la lucha contra la corrupción.
A pesar del rechazo a las medidas provisionales, la crisis diplomática entre México y Ecuador continúa. El Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, expresó su disposición a restablecer las relaciones con México, siempre y cuando se respete "la no intervención en temas judiciales" de su país. Noboa rechazó firmemente la liberación del ex Vicepresidente Jorge Glas, capturado tras un operativo policial en la Embajada mexicana en Quito, alegando que la concesión de asilo a Glas fue ilegal debido a las acusaciones pendientes en su contra.
Noboa insistió en que ceder a la liberación de Glas establecería un precedente negativo y destacó la importancia de no permitir que las embajadas sean utilizadas para proteger actividades criminales. Afirmó su voluntad de superar la crisis diplomática antes de la Cumbre Iberoamericana de noviembre en Cuenca, pero mantuvo su posición de no liberar a Glas, subrayando la necesidad de respetar la justicia y el estado de derecho.