Francia informó este viernes del cierre de su fronteras para todas las personas procedentes de países que no pertenezcan a la Unión Europea, como parte de un endurecimiento de medidas para mitigar el ritmo acelerado de contagios por COVID-19.
"Cualquier entrada a Francia y cualquier salida de nuestro territorio hacia o desde un país fuera de la Unión Europea estará prohibida, a menos que exista una razón imperiosa, a partir de las 00:00 horas del domingo ", dijo Jean Castex, Primer Ministro de ese país.
En tanto, las fronteras con los vecinos de la UE seguirán abiertas, pero se exigirá una prueba PCR negativa al llegar a territorio francés; sólo quedarán exentos los trabajadores fronterizos.