Científicos de la NASA encontraron carbono en los extensos mares de una luna de Júpiter, uno de los ingredientes básicos para la existencia de vida.
El hallazgo se hizo a través de las observaciones del Telescopio James Webb, las cuales indicaron que el el dióxido de carbono encontrado en la superficie, se originó en el agua salada que se encuentra debajo de una superficie de hielo de alrededor de 10 millas de grosor.
Pese a que el estudio no arrojó la existencia de vida extraterrestre en la Luna Europa, estas comprobaciones la convierten en el lugar más prometedor del Sistema Solar para albergar o encontrar vida extraterrestre.
"Esto es increíble, estoy muy emocionado al respecto", declaró el doctor Christopher Glein, un investigador del Instituto de Investigación Southwest de Texas, Estados Unidos.
Europa se encuentra a 2 mil millas de distancia de la Tierra, y es un poco más pequeña que nuestra Luna; en caso de que haya vida en ese lugar, tendría que enfrentarse a condiciones extremas, como temperaturas por debajo de los -140 grados y altos niveles de radiación emitidos por Jupiter.
Sin embargo los mares, ubicados en un radio de 60 a 160 kilómetros de profundidad, hacen de la luna un serio contendiente por la existencia de vida en otros planetas.
Cabe recordar que, según los biólogos, se necesitan de seis elementos importantes para que haya vida en un planeta o cuerpo celeste: Carbono, Hidrogeno, Oxigeno, Nitrógeno, Sulfuro y Fósforo.
De estos, Carbono, Hidrogeno, Oxigeno y Sulfuro, han sido encontrados en Europa, por lo que a los expertos les emociona la probabilidad de que esta pequeña luna albergue vida fuera de nuestro planeta.