Las primarias presidenciales de Michigan de este martes 27 de febrero definirán la capacidad de gestión del presidente Joe Biden dentro del Partido Demócrata para unir esfuerzos en medio de críticas por su respuesta a la guerra en Gaza. Por su parte, el expresidente Donald Trump, el favorito republicano, se encamina a una nueva victoria electoral.
Michigan es la última parada importante en el calendario electoral antes del supermartes del 5 de marzo, cuando más de una docena de estados celebrarán elecciones con miles de delegados en juego.
Por esto, las primarias en Michigan son seguidas para dar una idea del pulso previo frente a las elecciones de noviembre. Michigan fue un bastión clave que llevó a la victoria de Trump en 2016, cuando ganó 16 delegados por una escasa diferencia de más de 10 mil votos. Los republicanos no ganaban allí desde 1988. Biden recuperó el estado para los demócratas en 2020 y ayudó en la derrota de Trump.
Las claves para entender las primarias en Michigan
Biden no enfrenta una figura opositora relevante dentro de su partido, pero los votantes en Michigan tienen la opción de seleccionar delegados "no comprometidos", lo que podría permitirles expresar descontento con las decisiones del presidente y actual precandidato demócrata sobre la guerra en Gaza.
El estado cuenta con una gran población de árabes estadounidenses, por lo que allí hay presión para abogar por un alto el fuego en el conflicto Israel-Hamás, lo que podría aumentar los votos en la casilla de "no comprometido" en lugar de Biden.
En cada primaria lo que está en juego es un cierto número de delegados asignados por los partidos a cada estado. De acuerdo con el voto popular en cada primaria, los candidatos van sumando delegados, quienes serán los representantes en la convención nacional y elegirán al candidato presidencial del partido. Los "no comprometidos" o "superdelegados" no están ligados al resultado de su estado y pueden votar por quien quieran.