CIUDAD DE MÉXICO, marzo 14 (EL UNIVERSAL).- Han pasado casi 17 años desde que Madeleine McCann, una pequeña británica que estaba de vacaciones con su familia en Praia da Luz, Portugal, desapareció sin dejar rastro. Pero el caso ha dado un nuevo giro.
Aunque la desaparición de Maddie, como se llama cariñosamente a la niña, dio paso a uno de los operativos de búsqueda más grandes de la historia, hasta ahora no hay resultados.
Actualmente, el principal sospechoso del caso es Chistian Brueckner, quien cumple condena en Alemania por delitos relacionados con el tráfico de drogas y cuenta con antecedentes previos por abusos sexuales de menores. En específico, se le acusa de tres violaciones y otros dos delitos contra menores, cometidos en Portugal entre los años 2000 y 2017.
Brueckner siempre ha negado estar detrás de la desaparición de Maddie, pero la policía halló pruebas de que el hombre solía frecuentar la zona de la presa de Barragem do Arade, lugar que podría ser determinante en la investigación. Según se pudo saber, el individuo vivía allí, a las afueras de Praia da Luz, cerca de donde se hospedaba la familia de Maddie.
Con la información obtenida, la policía ahora considera que Brueckner pudo haber tenido un cómplice. Se trata de un amigo íntimo del sospechoso, identificado como Ralph H, y de quien, según informa el diario británico The Sun, lo ayudó en otros atracos.
Una decena de policías, armados con metralletas, llegaron hace una semana a la propiedad de Ralph, a las afueras de Braunschweig, en Alemania, indicó The Sun. Los agentes pasaron una hora en el exterior de la vivienda, que se encuentra contigua a la Brueckner alquiló durante tres años en su día, pero no pudieron entrar, al no contar con orden de registro.
Ralph no apareció y, según sus vecinos, hacía al menos una semana se había ido del lugar. La policía mantiene vigilada la casa con detectores de movimiento. Los vecinos dicen que el auto de Ralph tampoco está y que no saben si regresará.
El hombre admitió haber sido cómplice en muchas fechorías de Brueckner. "Sé exactamente el tipo de crímenes que cometió y lo que hacía en la web oscura", dijo en su momento.
De acuerdo con una nueva versión, Brueckner y un cómplice habrían planeado el secuestro de Maddie para luego venderla a una pareja sin hijos. Un testigo afirmó que el sospechoso "estaba trabajando ilegalmente en el Ocean Bar", en el complejo del Ocean Club, donde se hospedaba la familia McCann, y que recibía dinero "por debajo de la mesa".
Juntos, habrían secuestrado a la niña. Pero el escándalo que se armó fue tan grande, que habrían "tomado la peor decisión". Es decir, asesinado a Maddie.
Este jueves continuará el juicio contra Brueckner en Braunschweig, con declaraciones de uno de sus amigos, Christian Post, quien vive actualmente en Camboya.
Brueckner siempre ha negado estar detrás de la desaparición de Maddie, pero la policía halló pruebas de que el hombre solía frecuentar la zona de la presa
Caso de Madeleine McCann: Policía busca un cómplice del secuestro
Brueckner siempre ha negado estar detrás de la desaparición de Maddie, pero la policía halló pruebas de que el hombre solía frecuentar la zona de la presa