Donald Trump, ganador de las elecciones en Estados Unidos, planea despedir a todo el equipo que trabajó con el fiscal especial Jack Smith para llevar adelante dos procesos federales contra el expresidente, incluidos abogados de carrera que normalmente están protegidos de represalias políticas, según dos personas cercanas a la transición de Trump, reportó The Washington Post. "Trump también está planeando reunir equipos de investigación dentro del Departamento de Justicia para buscar evidencia en estados en disputa de que el fraude empañó las elecciones de 2020", indicó el Post. "El presidente Trump hizo campaña con la idea de despedir a burócratas corruptos que han participado en el uso ilegal de nuestro sistema de justicia estadounidense como arma, y el pueblo estadounidense puede esperar que cumpla esa promesa", dijo la secretaria de prensa Karoline Leavitt en un comunicado. "Una de las muchas razones por las que el presidente Trump ganó las elecciones de manera aplastante es que los estadounidenses están hartos de ver cómo sus dólares de impuestos se gastan en atacar a los enemigos políticos de la administración Biden-Harris en lugar de perseguir a verdaderos criminales violentos en nuestras calles".
"Después de la publicación inicial de este artículo, el equipo de Trump envió otra declaración de Leavitt: "El presidente Trump y su equipo de transición hablan por él, y fuentes anónimas no afiliadas a él no tienen idea de qué están hablando", decía", indicó el medio.
Trump "quiere acabar con ´los malos, la gente que le persiguió´", dijo una de las personas familiarizadas con los planes, quien, al igual que la otra persona, habló bajo condición de anonimato para discutir deliberaciones privadas sobre la administración entrante de Trump, reportó el Post.
Según el medio, la fuente "señaló que la idea de reunir equipos de investigación de agentes federales y fiscales en estados en disputa no está tan bien planteada y "no está en el tope de la lista", a diferencia del deseo tantas veces proclamado por (Trump) de limpiar el Departamento de Justicia".
El Post añadió que "no está claro con qué rapidez o facilidad Trump podría despedir al personal de carrera, incluidos los fiscales que trabajaron para Smith en los casos de documentos clasificados y obstrucción de las elecciones.
Juez retrasa indefinidamente la sentencia
El juez Juan Merchan determinó retrasar indefinidamente la sentencia del juicio penal contra el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, la cual estaba programada para el 26 de noviembre en una corte de Nueva York.
Asimismo, el juez permitió que la defensa del republicano presentara una moción para desestimar el caso, programando una presentación de informes durante el próximo mes de diciembre.
La primera fecha del calendario es el 2 de diciembre, día en que los abogados de Trump deberán presentar sus argumentos para el sobreseimiento, luego, la Fiscalía deberá dar una respuesta hasta el 9 de diciembre.
Cabe recordar que, en mayo pasado, el nuevo presidente de Estados Unidos fue declarado culpable de 34 delitos por la falsificación de registros comerciales del pago por el silencio de la actriz de cine para adultos, Stormy Daniels, quien pretendía revelar un encuentro sexual que sostuvieron previo a su campaña presidencial del 2016.
Anteriormente, Merchan ya había retrasado la sentencia, luego de que los abogados del magnate lograran posponer la audiencia hasta después de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, además, también se pospuso la emisión de su decisión respecto a la inmunidad presidencial de Trump hasta después de la revisión de los argumentos de ambas partes.
Mientras tanto, los abogados reclaman aplicar el fallo de inmunidad del Tribunal Supremo, a fin de que los derechos como presidente electo sean los mismos que los de un mandatario en funciones.
Algunos prevén que Trump enfrente cuatro años de prisión, sin embargo, otros aseguran que la sentencia será más corta u otro tipo de condena, como la libertad condicional, mientras que el acusado aseguró que nunca cometió ningún delito.
Donald Trump, presidente electo de EU, se convertirá en el primer criminal convicto que llegará a la Casa Blanca en la historia de los Estados Unidos, una vez que termine el gobierno de Joe Biden, a finales del próximo mes de enero.