Un bombardeo israelí dejó este jueves 48 muertos al sur de Gaza, durante las conversaciones del Consejo de Seguridad para exigir un alto al fuego de manera inmediata, tras casi cinco meses de ofensivas.
De acuerdo con los oficiales de sanidad, la mitad de las víctimas del ataque son mujeres y niños, situación recurrente que sigue alarmando a los países colindantes de la región.
Según medios internacionales, las agresiones constantes de Israel elevan las tensiones del conflicto mientras países como Sudáfrica, Brasil y Colombia acusan a los israelíes de cometer un genocidio en territorio palestino.
Por su parte, Estados Unidos vetó esta semana una resolución propuesta por Argelia para pedir el cese al fuego humanitario y terminar con la "guerra" contra Hamás.
El ministro de defensa de Israel, Yoav Gallan, anunció este jueves que el gobierno "expandirá su autoridad dadas las negociaciones de los rehenes", añadiendo que ha habido poco progreso para liberar a los rehenes de Hamás.
Las autoridades israelíes aseguran que, si Hamás no libera a los 130 rehenes que tiene cautivos desde el 7 de octubre, atacará la ciudad de Rafah, la única que no ha sido invadida desde el inicio de los ataques.
Los ataques comenzarían el próximo 10 de marzo, durante el comienzo del Ramadán, el ritual más sagrado en la cultura musulmana.
Más de dos millones de personas están refugiadas en Rafah, por tanto, una ofensiva dentro de la ciudad empeoraría la ya prolongada crisis humanitaria en la región.