CIUDAD DE MÉXICO, octubre 23 (EL UNIVERSAL).- Bobi, el perro más viejo del mundo, falleció durante la noche del 21 de octubre, así lo confirmó su veterinaria Karen Becker. El animal pasó sus últimos minutos de vida rodeado por su familia de cuidadores en Conqueiros, Portugal.
Apenas en mayo había celebrado su cumpleaños con una gran fiesta a la que asistieron más de 100 invitados. Tras vivir más de 3 décadas, obtuvo una verificación oficial por el Guinness World Records (GWR).
"Una triste noticia traemos este lunes por la mañana. Bobi celebró recientemente su cumpleaños número 31 y fue el perro más viejo que se haya verificado oficialmente por Guinness World Records", escribió la organización en Twitter.
Bobi tenía 31 años y 165 días. Era un perro de raza Rafeiro do Alentejo, autóctona de Portugal. En entrevista para el GWR, su propietario Leonel Costa relató que cuando el lomito nació, su padre no quería quedarse la camada pues su familia no contaba con presupuesto para mantenerlos.
Costa recordó que el hombre enterró a los cachorros cuando no tenían ni 24 horas de nacidos. Sin embargo, Bobi consiguió escapar y el joven decidió mantenerlo oculto para poder cuidarlo.
En sus años posteriores, Bobi llevó una vida tranquila. Su familia confesó que el animal tenía una dieta de vegetales, pescados y una que otra vez lo consentían con carne.
La base de datos de animales de compañía de Portugal, autorizada por el gobierno y gestionada por el Sindicato Nacional de Médicos Veterinarios del país, tiene el registro de que Bobi nació en 1992.
Y prácticamente pasó toda su vida en Conqueiros, un pequeño pueblo en el que dedicaba la mayor parte de su día corriendo entre los cultivos aledaños a su casa.
Tras darse a conocer la noticia, decenas de personas enviaron sus condolencias a Costa y su familia. Asimismo, la Dra. Karen Becker escribió en su cuenta de Facebook sobre su deceso.
De acuerdo con la especialista, al cuestionar a su propietario cuál era el secreto para darle una larga vida, respondió "Buena nutrición, contacto constante con la naturaleza, libertad para descubrir su entorno, atención veterinaria consistente y amor".
A sus 31 años, el perro experimentaba dificultades para ver y caminar, es decir, que murió de manera natural.