Este domingo, la ciudadanía guatemalteca acudió a las urnas para elegir a su presidente y vicepresidente en las elecciones de segunda vuelta, y, en ellas, luego de contabilizar más del 93% de las actas, el ganador resultó ser Bernardo Arévalo, el progresista del partido Movimiento Semilla.
A pocas horas de que cerrarán los centros de votación, Arévalo obtuvo el 59.2% de los votos, frente al 36% de la ex-primera dama, Dama Sandra Torres, quien se convirtió en aliada del presidente Alejandro Giammattei, mismo que fue duramente criticado por la mayor parte de la población guatemalteca.
Arévalo, quien fungió como el candidato progresista de izquierda, se convirtió en un gran crítico del gobierno saliente de Giammattei, lo que le valió más simpatizantes que detractores.
El candidato de 64 años, arribó temprano a las urnas, en medio de los aplausos y apoyo de sus simpatizantes.
Ahora, tras ganar estas cerradas elecciones, el progresista y diplomático deberá afrontar problemas de violencia, inflación y problemas de corrupción.
Desde muy temprano hasta finalizar la jornada electoral, medios locales reportaron movilización y pocos percances en las urnas, no obstante, la magistrada del Tribunal Supremo Electoral, Blanca Alfaro, indicó que recibió amenazas de muerte a través de llamadas telefónicas.
El hecho escaló tanto que Alfaro indicó que podría dejar su puesto debido a estas amenazas.
Se tiene que alrededor de 9.3 millones de habitantes de Guatemala fueron llamados a las urnas, durante una elecciones que trascendió con normalidad, tras situaciones aisladas.
La votación arrancó desde las 7 de la mañana para finalizar a las 6 de la tarde, hora en la que se cerraron los comicios