Las fuerzas rusas han tomado el control de las localidades de Kurajivka y Shajtarse, en el centro de la región de Donetsk, mientras continúan su avance en otros cinco asentamientos a lo largo de esa línea de frente.
Además, han recuperado áreas cercanas a Sheptujovka, en Kursk, según informes de la plataforma analítica DeepState, que sigue de cerca los acontecimientos en el campo de batalla en Ucrania.
Este avance ha permitido a las tropas rusas capturar un total de 200 kilómetros cuadrados, acercándose a Kurakhove, un objetivo estratégico en el conflicto.
A pesar del progreso en el terreno, el Ejército ucraniano ha informado que las tropas rusas están sufriendo un alto costo en bajas y pérdidas de equipo.
Desde el inicio del conflicto, se estiman casi 700,000 bajas rusas, y solo en el último día, Ucrania reporta la pérdida de 1,410 soldados rusos, además de 12 tanques y 36 vehículos blindados.
Analistas como Mykola Bielieskov, del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos, advierten que el conflicto se encuentra en un punto crítico. "Es vital mantener la capacidad de combate de Ucrania e imponer costos al Kremlin, mientras convencemos a Putin de que el apoyo a Kiev no flaqueará", subraya Bielieskov, destacando la importancia de la asistencia internacional para Ucrania en este momento decisivo.
Ante la posible movilización de 160,000 ciudadanos ucranianos para unirse a la guerra, se destaca que no solo se trata de aumentar la cantidad de soldados, sino de mejorar la calidad y el entrenamiento de los reclutas.