Las fuerzas israelíes y milicianos palestinos continúan combatiendo en varias zonas de la Franja de Gaza, incluyendo áreas que Israel había despejado meses atrás. considera a Rafah, en el sur de Gaza, como el último bastión de Hamás y afirma que debe invadirlo para desmantelar el grupo y liberar a los rehenes.
Esta operación ha obligado a 300.000 personas a huir.
Hamás ha reivindicado ataques contra soldados israelíes en Rafah y cerca de Ciudad Gaza.
Estados Unidos se opone a un ataque amplio contra Rafah, argumentando que Israel quedaría con la responsabilidad de sofocar una insurgencia sin tener una solución para Gaza ni planes para un gobierno de posguerra.
Egipto se sumará a una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia acusando a Israel de genocidio.
La ONU ha advertido que una ofensiva total contra Rafah violaría el derecho internacional.
Mientras tanto, Gaza carece de un gobierno funcional, permitiendo que Hamás se reagrupe.
Los ataques israelíes han afectado zonas como el campo de refugiados de Jabaliya y Zeitoun.
Israel ha evacuado parte de Rafah, pero la ONU advierte que una invasión a gran escala empeoraría las condiciones humanitarias y aumentaría las muertes de civiles.