El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó este viernes que el fin de la guerra depende de Kiev y sus aliados occidentales, negó la responsabilidad de su país en la génesis del conflicto y se felicitó por los últimos avances territoriales en la vecina Ucrania.
El mandatario ruso hizo estas afirmaciones en su rueda de prensa anual en Moscú, mientras Estados Unidos y europeos siguen moviéndose a nivel diplomático para encontrar una salida al conflicto. "Nuestras tropas avanzan en toda la línea de contacto", y "estoy seguro de que antes de que termine el año, veremos nuevos éxitos", aseveró Putin en el evento, retransmitido por televisión.
Las fuerzas rusas aceleraron este año sus conquistas en Ucrania, y controlan alrededor del 19% del territorio, incluyendo la península de Crimea, anexionada en 2014.
Según el dirigente de 73 años, "la pelota está completamente en el campo de nuestros rivales occidentales, empezando por la cabeza del régimen de Kiev y sus patrocinadores europeos" a la hora de poner fin a la contienda.
Añadió que los rusos no se consideran "responsables de la muerte de la gente, porque no fuimos nosotros quienes empezamos esta guerra", dijo.
Putin también afirmó que si Ucrania celebra comicios presidenciales -como desea Moscú y Washington-, podría ordenar la suspensión de los lanzamientos de misiles de largo alcance y de los bombardeos con drones durante el día de la votación.
El mandatario se refirió también a la decisión de la UE de no servirse de los activos rusos congelados en el bloque para financiar un préstamo de 90.000 millones de euros (unos 105.500 millones de dólares) a Ucrania, lo que hubiese supuesto "un atraco", indicó.
Más de 200,000 millones de euros (234.000 millones de dólares) del Banco Central ruso están en manos de la sociedad bruselense Euroclear.
Ucranianos, estadounidenses y europeos sostendrán el viernes en Miami nuevas "consultas" sobre el plan de Washington para poner fin a la guerra con Rusia, anunció el principal negociador de Kiev, Rustem Umerov.
Hace más de un mes, Estados Unidos propuso un plan detener la guerra, iniciada con la ofensiva rusa en Ucrania en febrero de 2022. Este texto inicial, percibido como ampliamente favorable a las demandas del Kremlin por parte de Ucrania y sus socios europeos, ha sido desde entonces revisado tras consultas con Kiev.
Los detalles de la nueva versión no se conocen, pero según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, implica concesiones territoriales por parte de Ucrania a cambio de garantías de seguridad occidentales.
En todo caso, este viernes el secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que Estados Unidos no obligará a Ucrania a aceptar un acuerdo de paz con Rusia.
"Toda esta narrativa de que estamos tratando de imponerle algo a Ucrania es ridícula", dijo Rubio en rueda de prensa.
"No podemos obligar a Ucrania a llegar a un acuerdo. No podemos obligar a Rusia a llegar a un acuerdo. Tienen que querer llegar a un acuerdo", añadió.
A pesar del baile diplomático, los ataques rusos no cesaron en Ucrania.
Siete personas murieron en un ataque con misiles balísticos en la región de Odesa, en el mar Negro, informó el viernes el gobernador local, quien añadió que el objetivo eran las infraestructuras portuarias.
El conflicto de Ucrania es una de las mayores preocupaciones de los rusos. Según una encuesta del centro independiente Levada, realizado a mediados de este mes, el 21% de los sondeados quieren que se le pregunte este viernes a Putin cuándo terminará la "operación militar especial".
"Si tuviera la posibilidad de hacer una pregunta al presidente, le preguntaría '¿Cuándo habrá paz para todos?' Sería una felicidad", dijo Ana, una pensionista moscovita de 65 años.