Un ataque al poblado de Groza, cerca de la región de Járkov, al este de Ucrania, dejó al menos 51 muertos en el país europeo; convirtiéndose en uno de los embates más trágicos en el conflicto con Rusia.
La noticia fue confirmada por el presidente ucranio, Volódimir Zelensky, refiriendo que el ataque ocurrió muy cerca del pueblo de Kupiansk, acusando a Rusia de un "ataque terrorista completamente deliberado".
"Mis condolencias a todos los que perdieron a sus seres queridos, se están asistiendo a los heridos en el lugar", declaró el líder ucranio a través de su cuenta de X.
Asimismo, Zelensky, junto a otros altos mandos de Ucrania, compartieron las imágenes tras el ataque, mostrando a las víctimas y a las movilizaciones de los equipos de rescate.
El ataque alcanzó una tienda de comestibles y una cafetería del lugar, dejando decenas de víctimas.
Cabe subrayar que en el pueblo de Groza habitaban alrededor de 500 personas.
Es el ataque más mortífero en la región desde que comenzó la invasión rusa, hace más de 19 meses, empezando en febrero del 2022.