El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, asumió su segundo mandato consecutivo en una ceremonia de investidura celebrada el 1 de junio, tras haber sido reelegido con un abrumador 85% de los votos el pasado 4 de febrero.
La ceremonia contó con la presencia de líderes internacionales, incluido el rey de España Felipe VI, el presidente argentino Javier Milei, y los presidentes de Costa Rica, Paraguay, Ecuador y Honduras, entre otros.
Bukele, de 42 años, se convierte así en el primer presidente en la etapa democrática de El Salvador en lograr la reelección inmediata.
Ante una multitud que vitoreaba su nombre, Bukele prometió proteger su legado y mantener a El Salvador como "el país más seguro del mundo".
En su discurso, destacó su éxito en la lucha contra las pandillas, afirmando que el país se ha convertido en el más seguro de Centroamérica, América Latina y el hemisferio occidental en los últimos años, aunque no citó fuentes que respalden estas afirmaciones.
Durante su alocución, Bukele utilizó una analogía médica para describir su gestión.
Comparó a El Salvador con un paciente de cáncer que, después de años de tratamientos ineficaces, finalmente recibió la "medicina amarga, pero necesaria" que ofreció su gobierno.
Señaló que ahora se enfocará en otros problemas del país, criticando a las entidades internacionales que denunciaron violaciones de derechos humanos en su administración, y agradeció al pueblo salvadoreño por seguir sus indicaciones y no escuchar a los críticos.