El presidente de Argentina, Javier Milei, reafirmó el compromiso de su gobierno con las universidades públicas y arremetió contra sus opositores en una declaración efectuada el domingo 28 de abril.
Esto ocurre cinco días después de una masiva marcha federal universitaria, que se erigió como la mayor protesta hasta la fecha contra las medidas de austeridad impulsadas por su administración.
Milei, un economista de ultraderecha que asumió el cargo en diciembre con la promesa de reducir la inflación de tres dígitos y estabilizar la economía, acusó a sus detractores de tergiversar una causa noble como la defensa de la educación gratuita y "prostituirla".
En dos extensas entrevistas, reafirmó el rumbo de su gestión.
"Jamás pensamos en cerrar las universidades públicas, jamás pensamos en desfinanciarlas", declaró Milei en una entrevista televisiva con LN+, repitiendo lo expresado anteriormente en radio Rivadavia.
Añadió que sus opositores están utilizando la falacia del hombre de paja al inventar una mentira y atacar desde esa premisa.
El presidente arguyó que, dado que los contribuyentes financian las universidades públicas, es necesario que se realicen auditorías, denunciando la falta de las mismas durante una década.
En sus palabras, "¿Quién es el que no quiere ser auditado en el gasto? El ladrón".
La protesta del martes 23 de abril congregó a cientos de miles de personas en Buenos Aires y otras ciudades principales del país, convocada por estudiantes, graduados y docentes universitarios, con el respaldo de sindicatos, partidos políticos de la oposición y ciudadanos en general.
Las universidades se encuentran en estado de emergencia presupuestaria después de que el gobierno prorrogara el mismo presupuesto del año 2023, a pesar de que la inflación interanual rozó el 290% en marzo.
En respuesta a las quejas, el funcionario anunció la semana pasada un aumento del 70% en las partidas de gastos de funcionamiento para marzo y otro 70% para mayo, además de una suma extraordinaria para los hospitales universitarios, según informó el portavoz presidencial.
El presidente subrayó que la marcha tuvo lugar a pesar de que se habían destinado los fondos necesarios, acusando a sus rivales políticos de impulsar una "reedición de la campaña del miedo de (Sergio) Massa", en referencia a su adversario electoral en los comicios anteriores.
Milei también denunció la presunta participación de "actores contratados" para testimoniar en contra del gobierno y consideró "muy minoritaria" la presencia de personas que votaron por él en la segunda vuelta electoral.