Una coalición conservadora, encabezada por la Texas Public Policy Foundation, hace un llamado a los funcionarios y legisladores en Washington, para modificar su política con México.
La Coalición Conservadora de Políticas EU-México indica que "el antiguo consenso político que sustentaba el TLCAN, el T-MEC y una generación de relaciones cooperativas y amistosas entre EU y México se ha derrumbado. El gobierno mexicano no es un aliado de los Estados Unidos y ya no puede describirse correctamente como un socio".
"El gobierno mexicano y los cárteles criminales mexicanos existen en simbiosis consciente y voluntaria, en múltiples niveles, hasta la presidencia mexicana inclusive", mencionan.
"El actual presidente de México ha expresado su apertura a un pacto con los cárteles y ha hablado de su disposición a defenderlos de la acción estadounidense", argumenta el grupo. En consecuencia, el gobierno mexicano "falta a su obligación de ejercer plena soberanía sobre su propio territorio y ciudadanía", y "falta a su obligación de preservar su territorio para que no sea utilizado como base de operaciones contra sus vecinos".
Además de Texas Public Policy Foundation, la coalición incluye The Heritage Foundation, Center for Renewing America, Fundación Patria Unida, Center for a Secure Free Society y America First Policy Institute.
El grupo también argumenta que el gobierno mexicano es "un socio voluntario en una alianza izquierdista autoritaria regional que es fundamentalmente antiestadounidense, activamente intervencionista y, cada vez más, un escenario y una base para potencias hostiles de fuera del hemisferio occidental".
El presidente de México también está "interfiriendo activamente en el proceso electoral interno de los Estados Unidos", sostiene la coalición.
El jefe de Inteligencia e Investigación de TPPF, Josh Treviño, dijo a The Center Square que el llamado de la coalición era importante porque "la política debe basarse en la realidad, y cuando no es así, la política falla. En ninguna parte hemos fallado en desarrollar una política informada por la realidad más que en nuestra relación con México. El Estado mexicano no es un socio, ni un aliado, ni un amigo, pero Washington DC continúa fingiendo que lo es, y un sinnúmero de estadounidenses y mexicanos sufren por ello.
"Ya es hora de que entendamos a México tal como es, y hagamos políticas en consecuencia. Cuando hacemos eso, comenzamos a avanzar hacia las soluciones que ambos países necesitan, y construimos un futuro que ahora está fuera de nuestro alcance", remarcan.