Un tribunal de Kiev ordenó el sábado el arresto domiciliario de un destacado sacerdote ortodoxo luego de que el Servicio de Seguridad de Ucrania, conocido como SBU, aseguró que él era sospechoso de justificar la invasión rusa, un delito penal.
Se trata del giro más reciente de una disputa enconada en torno a un famoso monasterio ortodoxo.
El metropolitano Pavel, abad del monasterio de Kyiv-Pechersk Lavra -el sitio ortodoxo más venerado de Ucrania- ha negado los cargos y ha resistido enérgicamente la orden de las autoridades de abandonar el lugar.
Tras el fallo de la corte, se le colocó una tobillera electrónica de monitoreo, a pesar de sus objeciones de que tiene diabetes y que no debería usarla. "Acepto esto", dijo poco antes de que le colocaran el aparato. "Cristo fue crucificado en la cruz, entonces, ¿por qué no debería aceptar esto?".