Buenos Aires, Argentina.- Las manifestaciones que corten la circulación tendrán "consecuencias", advirtió este jueves el Gobierno de ultraderecha de Javier Milei en el anuncio de un "protocolo anti-piquete" que endurece medidas del orden público para Argentina.
"Las calles no se toman... si se toman la calle va a haber consecuencias", dijo en rueda de prensa la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. "Vamos a ordenar el país para que la gente pueda vivir en paz", agregó.
El anuncio llega en el cuarto día de la Administración de Milei, que asumió el 10 de diciembre, y a menos de una semana de manifestaciones en conmemoración de la crisis económica y protestas de 2001, que dejaron 38 muertes producto de la represión policial.
La ministra afirmó que todas las fuerzas federales podrán actuar y que se empleará "la mínima fuerza necesaria y suficiente" ante los piquetes, que "será graduada en proporción a la resistencia", y adelantó que la fuerza pública podrá requisar por "material" para manifestaciones como "palos" y revisar la identidad de personas encapuchadas.
"Se va a actuar hasta dejar totalmente liberado el espacio de circulación", añadió Bullrich y anunció "sanciones a aquellos que lleven niños" a marchas que, según el Ejecutivo, son usados como "escudos" contra la fuerza pública.
Advirtió además que ante "todos los costos vinculados a los operativos de seguridad, se les enviará la factura a las organizaciones o individuos responsables. El Estado no va a pagar por el uso de la fuerza de seguridad".