Tel Aviv, Israel.- Ante el rechazo popular contra la propuesta, Israel anunció una "pausa" en la aprobación de la controvertida reforma judicial de Benjamin Netanyahu.
Benjamin Netanyahu, que está siendo juzgado por corrupción, y sus aliados son los impulsores de la reforma que, según críticos, "atenta contra el Estado de derecho".
La reforma ha generado amplio rechazo nacional e internacional. Decenas de miles de israelíes se manifestaron este 27 de marzo frente al Parlamento israelí, mientras los trabajadores lanzaron una huelga nacional este lunes en una en una dramática escalada del movimiento de protesta masiva destinada a detener el plan del primer ministro Benjamin Netanyahu para reformar el poder judicial.
Netanyahu, que anteriormente había rechazado los llamamientos a retrasar el plan, convirtió un tono más conciliador que en discursos recientes. Reconoció las profundas divisiones del país y dijo que pulsaba el botón de pausa "para evitar una fractura en la nación".
"Cuando hay una oportunidad de evitar una guerra civil mediante el diálogo, yo, como primer ministro, me tomo una pausa para dialogar", dijo. Prometió alcanzar un "amplio consenso" durante el período de sesiones del Parlamento que comienza el 30 de abril.
La reforma judicial que propone Netanyahu, le daría a la última palabra en el nombramiento de los jueces del país. También daría al parlamento, autoridad para anular las decisiones de la Corte Suprema y limitaría la capacidad del máximo tribunal para revisar las leyes.
Netanyahu ha argumentado que la reforma es necesaria para frenar un tribunal liberal y excesivamente intervencionista formado por jueces que no son funcionarios electos. Pero sus oponentes afirman que el paquete dañaría el sistema de pesos y contrapesos del país al concentrar el poder en manos de los aliados de Netanyahu. También dicen que tiene un conflicto de intereses al estar acusado de corrupción.
El caos paralizó gran parte del país y amenazó con paralizar la economía. Los vuelos procedentes del principal aeropuerto internacional sufrieron retrasos, grandes cadenas de centros comerciales y universidades cerraron sus puertas, y el mayor sindicato de Israel llamó a sus 800 mil afiliados a dejar de trabajar en la sanidad, el transporte, la banca y otros sectores.
Los diplomáticos abandonaron sus puestos de trabajo en las misiones extranjeras, y se esperaba que los gobiernos locales cerraran los centros preescolares y las escuelas. Así como también se esperaba que los gobiernos locales cerraran centros preescolares y recortaran otros servicios. El principal sindicato de médicos anunció que sus afiliados también irían a la huelga.
La creciente resistencia al plan de Netanyahu se produjo horas después de que decenas de miles de personas salieran a las calles para protestar contra el plan. Miles de personas salieran a las calles de todo el país en una espontánea manifestación de ira tras la decisión del primer ministro de despedir a su ministro de Defensa después de que éste pidiera frenar la revisión de la ley.
Al grito de "el país está en llamas", algunos manifestantes encendieron hogueras en la principal autopista de Tel Aviv, cerrando la vía principal autopista de Tel Aviv, cerrando la vía y muchas otras en todo el país durante horas.