Una nueva escalada del conflicto entre Israel e Irán dejó graves consecuencias luego de que una oleada de misiles lanzados por Irán alcanzó varios objetivos en territorio israelí, incluido el Centro Médico Soroka, el hospital más importante del sur del país.
Según el Ministerio de Salud israelí, al menos 240 personas resultaron heridas, de las cuales cuatro se encuentran en estado crítico. Más de 70 de los lesionados se encontraban en el hospital al momento del impacto, el cual generó una humareda que obligó a evacuar de emergencia a pacientes y personal médico.
Dos médicos que presenciaron la explosión describieron cómo el misil impactó apenas sonaron las sirenas antiaéreas, causando pánico entre los presentes.
El proyectil habría golpeado un antiguo edificio de cirugía ya evacuado, lo que evitó una tragedia mayor. A raíz del ataque, el hospital restringió su operación a casos de riesgo vital, mientras las instalaciones se mantienen cerradas al resto de pacientes.
¿Cuál fue la respuesta de Israel tras el ataque de Irán?
En respuesta inmediata, el ejército israelí lanzó un ataque aéreo contra el reactor de agua pesada en Arak, un sitio clave del programa nuclear iraní. La operación se suma a una serie de bombardeos iniciados la semana pasada que han golpeado instalaciones nucleares, centros de investigación y altos mandos militares iraníes.
Israel sostiene que su objetivo es frenar el avance nuclear de Irán, que enriquece uranio hasta un 60 por ciento, peligrosamente cerca del nivel necesario para fabricar armas nucleares.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, lanzó una amenaza directa contra el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, al afirmar que "para lograr nuestros objetivos, este hombre absolutamente no debe continuar existiendo".
Estas declaraciones aumentaron la preocupación internacional, especialmente tras reportes que aseguran que el expresidente Donald Trump habría vetado un plan para asesinar a Jamenei, aunque él mismo no descartó acciones futuras.