Irán amenazó con vengarse luego del bombardeo de Israel que mató en Damasco a cuatro oficiales de la Guardia Revolucionaria.
Así lo aseguró el portavoz de la cancillería iraní, Naser Kanani, pues señaló que las represalias llegarían "en el momento y el lugar adecuados", acusando a los israelíes de estar implicados en el ataque.
En el bombardeo murieron el jefe de inteligencia para Siria de los Guardianes de la Revolución, ejército ideológico de la República Islámica, además de otros dos miembros de la fuerza.
El edificio atacado, situado en el barrio de Mazzeh de la capital siria, resultó destruido y fue acordonado, socorristas hicieron labores de búsquedas para rescatar víctimas.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) el bombardeo dejó 10 muertos, en el lugar se celebraba una reunión de "líderes proiraníes".
El edificio atacado, situado en el barrio de Mazzeh de la capital siria, resultó destruido y fue acordonado, socorristas hicieron labores de búsquedas para rescatar víctimas.