Las elevadas temperaturas en Europa obligaron el cierre de la Acrópolis en Atenas por segundo día consecutivo y las autoridades advirtieron el sábado que el clima de la próxima semana será más caluroso ya que, según pronósticos, los termómetros alcanzarán los 40 grados Celsius en varios destinos turísticos en el Mediterráneo.
En las ciudades, quienes se aventuraban a salir buscaban refrescarse en fuentes y otros en piscinas, el mar o la sombra con la esperanza de mitigar la ola de calor atribuida a Cerbero. El anticiclón de alta presión recibió el nombre del perro de tres cabezas que vigilaba la entrada al inframundo en la antigua mitología griega.
Quince ciudades en Italia, la mayoría en el centro y sur del país, estaban bajo avisos de calor, indicativo del nivel de riesgo para los adultos mayores, enfermos, niños y otras personas vulnerables.
Las temperaturas permanecían el sábado alrededor de los 35 grados Celsius en gran parte de la península italiana, con previsiones de que alcanzarán los 38 grados Celsius y los 40 Celsius en Cerdeña, Sicilia y Puglia.
Las ciudades que estaban bajo alertas de calor incluyen los grandes destinos turísticos como Boloña, Florencia y Roma. En la capital, las altas temperaturas alcanzaron el sábado 35 grados Celsius y podrían aumentar el martes a 42 Celsius, aunque podrían ser peores en otras ciudades italianas.
En la capital de Grecia, donde se pronosticó una temperatura de 41 grados Celsius, las autoridades decidieron mantener cerrado el sitio arqueológico de la Acrópolis desde el mediodía hasta las 5:30 de la tarde igual que el viernes.
En la República Checa, las elevadas temperaturas alcanzaron nuevos niveles récord para un 15 de julio.
El termómetro marcó 38.6 grados Celsius en Plzen-Bolevec, en el oeste del país, que superó la marca previa de 36.8 Celsius para ese día registrada en 2007 en Podebrady, al este de Praga, de acuerdo con el Instituto Hidrometeo-rológico checo.
Las temperaturas fueron más moderadas en las islas Canarias de España, aunque un incendio forestal en la isla de La Palma causó el desalojo preventivo de unas 500 personas.