El gobierno de Estados Unidos admitió su responsabilidad en una colisión en pleno vuelo entre un helicóptero militar y un avión comercial a las afueras de Washington que dejó 67 muertos a inicios de este año, según un documento judicial presentado el miércoles.
El documento de 209 páginas del Departamento de Justicia, formaba parte de una demanda civil presentada por los familiares de uno de los pasajeros fallecidos en el avión contra el gobierno y las aerolíneas comerciales que operaban la aeronave. "Estados Unidos admite que tenía un deber de cuidado hacia los demandantes, el cual incumplió, causando de manera directa el trágico accidente", señala el documento.
El accidente ocurrió el 29 de enero cuando un avión procedente de Wichita, Kansas, se aproximaba a la pista de aterrizaje y en ese momento, un helicóptero militar Black Hawk operado por el Ejército estadounidense chocó contra el avión, lo que provocó que ambas aeronaves cayeran al río Potomac.