La exdirectora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, Susan Monarez, declaró el miércoles ante el Senado que fue apartada de su cargo el mes pasado por negarse a aprobar cambios en el calendario de vacunación infantil sin base científica.
Monarez, quien había sido nombrada por el presidente Donald Trump en enero, aseguró que las decisiones sanitarias del gobierno estuvieron marcadas por intereses políticos y no por criterios técnicos.
La exfuncionaria señaló directamente al secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., a quien acusó de exigirle el despido de científicos de la agencia sin causa justificada, con el fin de desmantelar estructuras clave de la salud pública. "Ni siquiera bajo presión pude sustituir las pruebas por ideología o comprometer mi integridad", afirmó.
"La política de vacunación debe guiarse por datos fiables, no por resultados predeterminados".
El testimonio de Monarez coincidió con la víspera de una reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización, organismo que Kennedy reconfiguró por completo al incorporar miembros críticos de las vacunas.
Según la exdirectora, el secretario de Salud también le exigió aceptar sin objeciones todas las recomendaciones de dicho comité, lo que consideró un intento de someter al CDC a lineamientos ideológicos.
Por su parte, Kennedy había declarado anteriormente ante el Comité de Finanzas del Senado que pidió a Monarez mantener "la mente abierta" sobre las vacunas, pero justificó su despido alegando que no era "digna de confianza".
La controversia pone en el centro del debate la independencia científica de las instituciones sanitarias frente a la presión política.
Designan a Antifa como "organización terrorista"
Donald Trump, anunció ayer la designación del movimiento antifascista Antifa como una "gran organización terrorista", al que calificó como un "desastre radical de izquierda, peligroso y enfermo".
A través de su cuenta en Truth Social, el mandatario aseguró que también recomendará investigar a quienes financien a dicho colectivo "de acuerdo con los más altos estándares legales".
La medida se produce en medio de la conmoción por el asesinato del activista conservador Charlie Kirk.
Desde entonces, Trump ha señalado a la "izquierda radical" como responsable de la violencia política en el país, e incluso ha insistido en que cualquier acción atribuida a Antifa será tratada con todo el peso de la ley.
Antifa es una red descentralizada de activistas anarquistas, anticapitalistas y comunistas sin una estructura jerárquica definida, lo que complica identificar a quiénes sería aplicable la medida. Trump ya había manifestado en el pasado su intención de clasificar a Antifa como grupo terrorista.