Diplomáticos de casi 200 países acordaron en la COP28 reducir el consumo de combustible fósil para evitar afectaciones del cambio climático.
Después de dos semanas de negociaciones, se tuvo el objetivo de enviar un mensaje a los inversores y responsables políticos de que el mundo está unido para controlar la situación.
Sin embargo, la iniciativa había enfrentado un rechazo por parte de los principales exportadores de petróleo como lo son Arabia Saudita e Irak.
No obstante, se llegó a un compromiso, pues el nuevo acuerdo insta a los países a acelerar un cambio global para ir abandonando los combustibles fósiles en la actual década.
De igual forma se pidió a las naciones triplicar la cantidad de energía renovable como la eólica y la solar instalada en el mundo para el 2030.