CIUDAD DE MÉXICO, octubre 5 (EL UNIVERSAL).- Mientras que el actor Pablo Lyle estaba viviendo su propio calvario, la señora Mercedes Arce, viuda de Juan Hernández, el hombre que golpeó el actor y que finalmente murió, también estaba sufriendo en el juicio de ayer; su mayor deseo era la "justicia".
Mercedes iba a casarse con Juan cuando ocurrió el altercado en 2019; en el pasado recordó que el día del problema, su prometido estaba enojado porque se percató que su auto tenía un golpe y salió para traer un medicamento para la epilepsia de su hijo.
En la calle, Lyle lo golpeó, Juan cayó hacia atrás, se golpeó la cabeza y se abrió el cráneo, heridas que le causaron la muerte días después.
En su momento, Mercedes aseguró que tras el fallecimiento de Hernández, de 63 años, Pablo Lyle había acabado no sólo con la vida de ella, sino con la de él mismo, pues siempre que recargara su cabeza en la almohada, recordaría el acto de rabia que cometió.
"Acabó con mi vida y aunque él no lo crea, acabó con la de él, porque cada noche que ponga la cabeza en la almohada, le tendrán que venir pensamientos de lo que hizo por un acto de rabia, y esto no es México, es Estados Unidos, donde si tú la haces la tienes que pagar", expresó.
El momento del veredicto
El mexicano Pablo Lyle fue declarado este martes culpable de homicidio involuntario por la muerte de Juan Ricardo Hernández. Lyle, de 35 años, había comunicado a la jueza Marisa Tinkler Méndez, al frente del caso en la Corte Criminal de Miami-Dade, que por iniciativa propia y bajo el consejo de sus abogados no testificaría en la audiencia.
El actor, conocido por su actuación en telenovelas como "Adorable maldición", matizó que su decisión no estuvo sometida a presión alguna.
El jurado, compuesto por 6 personas, dio a conocer su veredicto en su primer día de deliberaciones tras los alegatos finales hechos el lunes, durante los cuales la fiscal Gabriela Alfaro repitió la frase "por favor, no me hagas daño", supuestamente las últimas palabras de Hernández antes de caer al suelo producto del golpe que le propinó el actor.
La declaración de culpabilidad de homicidio involuntario por parte del jurado propició que los familiares del fallecido lloraran, en lo que supone el fin -a la espera de la sentencia- de un proceso que llevó a Lyle a situación de arresto domiciliario y al pago de una fianza de 50 mil dólares.
Mercedes Arce rompió en llanto dentro de la sala cuando se dijo que Lyle había sido hallado culpable de la muerte de Juan Hernández.
A su salida del juicio, el programa "El gordo y la flaca" la cuestionó sobre lo que pensaba tras el veredicto, y ella expresó: "Sin palabras, justicia del señor".
El actor mexicano, en el momento de conocerse la declaración de culpabilidad, se mantuvo en calma y sin perder la compostura; recibió abrazos de su familia y un beso de su esposa Ana Araujo.