CIUDAD DE MÉXICO, octubre 16 (EL UNIVERSAL).- En marzo de este año, el actor Sam Neill, reconocido por su papel del Dr. Alan Grant en la saga de los noventa "Jurassic Park", reveló que había sido diagnosticado con linfoma angioinmunoblástico de células T, un tipo de cáncer muy poco común y en etapa avanzada.
En ese momento, y a través de su libro de memorias, "¿Te he contado esto alguna vez?" Neill expresó sus temores sobre la enfermedad, pues el panorama sonaba bastante crítico: "El asunto es que estoy acabado. Posiblemente muriendo", escribió.
Siete meses después, y por fortuna el cáncer ha cedido y actualmente se encuentra en remisión, y aunque sabe que en cualquier momento la enfermedad puede volver, por ahora Neill está enfocado en disfrutar su vida y tratar de olvidar todo lo relacionado con su padecimiento: "Sé que lo tengo, pero no estoy interesado en él", cuenta al medio Australian Story.
Pero vivir sin la palabra cáncer rodando constantemente en sus pensamientos ha resultado bastante difícil, sobre todo porque sus médicos le han advertido que en cierto momento el tratamiento experimental al que se ha sometido dejará de funcionar, convirtiendo el escenario en muy poco favorecedor.
Pero Neill, reveló, que no le tiene miedo a la muerte; incluso, confiesa estar preparado para lo que sea que el destino le tenga preparado, lo único que realmente le aterra es pensar en el retiro actoral: "Me horroriza", afirmó.
Sam se ha mantenido activo en los sets de filmación durante su batalla contra el cáncer. En 2022 estrenó la miniserie "The Twelve" y, tan solo, en este año ya ha participado en tres películas; además está dirigiendo y coprotagonizará la cinta "Apples Never Fall".
Por ahora, detalló, su vida transcurre entre su granja en Australia y las salas del hospital, a las que tiene que acudir cada dos semanas para ser transfundido, pero se siente sumamente agradecido por cada día que logra superar: