Ricky Martin fue el encargado de inaugurar la sexagésima primera edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en Chile, con un gran espectáculo, euforia y hasta besos.
El boricua fue el primero en recibir una Gaviota de Plata y otra de Oro en un concierto que, a excepción de algunas fallas en el sonido, fue casi perfecto. Pero lo que verdaderamente se llevó la noche fue el beso que le robó el cantante a Martin Cárcamo, conductor del evento.
La presentadora María Luisa Godoy le pidió al boricua darle un beso en nombre de todas las mujeres presentes y su compañero haría lo propio en nombre de los hombres.
“Yo te puedo dar un beso aquí (en la mejilla) y Martín en representación de los hombres... vamos Martin...” Señalando la otra mejilla. Sin embargo, para sorpresa de todos, Ricky Martin aprovechó el momento para robarle un beso al conductor e intentó hacer lo mismo con la animadora pero ella se apartó, lo que provocó aplausos y risas del público.
“No jueguen con fuego porque se pueden quemar”, expresó el intérprete.
El espectáculo del cantante estuvo aderezado con mucho baile y decenas de juegos de luces, Ricky Martin cautivó al público que se hizo presente en el Anfiteatro de la Quinta Vergara con sus temas La bomba, Bombón de Azúcar y su más reciente sencillo Tiburones, que interpretó por primera vez en vivo en la pasada ceremonia de los Premios Lo Nuestro dedicándosela a Puerto Rico, Venezuela y Chile.
Haciendo un quiebre en su presentación, Ricky Martin se cambió de vestuario y apareció en esmoquin y con sus bailarines para cantar Livin’ la vida loca y Shake Your Bon-Bon, además de hacer un repaso por sus éxitos como Te extraño, te olvido, te amo, Tal vez, Vuelve y Pégate. Por supuesto, no podían faltar los hits más bailables como La mordidita y Vente Pa´ca.