A fines de los años 80 y principios de los 90 hubo una pareja de actores que conquistó el corazón de la gente, dentro y fuera de la pantalla: Raúl Araiza y Daniela Castro .
Juntos protagonizaron un romance muy sonado que incluso replicaron en telenovelas como Un nuevo amanecer y Cadenas de amargura, un melodrama que se convirtió en todo un clásico.
A casi 30 años de distancia, el conductor del programa Hoy recordó su romance con varias famosas, entre ellas Daniela, e hizo una revelación sorprendente: aunque se quisieron mucho, la relación no era tan sana como se creía.
"La Dani también (fue su novia). Fue un noviazgo muy sonado, la quise muchísimo, sus papás divinos. Pasé muchas cosas increíbles con ella y también (fue) un amor enfermizo, de repente de idas y regresos", contó Raúl Araiza en el programa de Yordi Rosado, La última y nos vamos.
"Ella me quería mucho, pero también mucho controlar. Yo también no me dejaba y los dos en el medio", recordó el conductor.
Raúl Araiza recordó que el flechazo con Daniela Castro se dio cuando grabaron juntos la telenovela Un nuevo amanecer. Llegó un momento que peleaban mucho, tanto, que el productor del melodrama, Carlos Sotomayor, tuvo que intervenir.
“Hicimos Cadenas de Amargura (en 1991) Fue una novela que paró a México. Sí eran de amargura porque nos madreábamos fuertísimo, claro, pero así éramos la Dani y yo, pero nos enamoramos en Un nuevo amanecer (entre 1988 y 1989). (Era) una niña divina, súper decente, súper linda y la pareja funcionaba muy bien. Pero estábamos chavos", señaló.
“Nos dábamos unas peleadas en el camerino… Nos encerrábamos, ahí nos iba a tocar Carlos Sotomayor, el productor: ‘chicos, y salgan’”.
Aunque ya hace más de dos décadas terminó su romance, Raúl Araiza reveló que aún tiene na muy buena relación con Daniela Castro, con quien se sigue riendo de los osos que hacían cuando se peleaban.
“La verdad es que Dani y yo nos seguimos riendo mucho porque sí hacíamos unos shows así de que me bajaba del coche, se bajaba ella, y yo la tenía que ir siguiendo en el coche y ya se subía. Aparte, ella, con el temperamento que tenía, yo también le toqué muy desmadroso, muy borracho. Entonces era una combinación muy rara, queriéndonos mucho”.