El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, renombró de forma arbitraria al Centro Kennedy –un prestigioso espacio dedicado a las artes escénicas, ubicado en Washington– para que ahora sea conocido como el Centro Trump Kennedy. Esta acción fue rechazada por miembros de la familia Kennedy.
Maria Shriver, sobrina de John F. Kennedy, calificó como "incomprensible" que Trump haya buscado agregar su nombre al monumento a su tío y "que resulta increíble" que él considere aceptable hacerlo. "No lo es", dijo en una publicación en redes sociales.
Shriver dijo que Kennedy fue un presidente que llevó las artes a la Casa Blanca y especuló que Trump podría buscar renombrar el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York o cualquiera de los otros memoriales a presidentes en Washington.
A principios de este año, Trump renovó la Rosaleda de la era Kennedy en la Casa Blanca para reemplazar el césped con adoquines.
En su propia publicación en la plataforma social X, el hermano de Shriver, Tim Shriver, calificó el cambio de nombre como un "insulto a un gran presidente".
El sábado, un grupo de personas se reunieron en el Centro Kennedy para protestar contra el nuevo nombre impuesto al espacio. En los letreros se leían frases como "Trump no es J.F.K", "artistas contra el autoritarismo", "detén a Trump", con el dibujo de una esvástica tachada; "quita tus manos del arte" y ¿dónde está el Congreso?".
Los manifestantes fueron bloqueados por personal de seguridad y miembros de la Guardia Nacional.
El Congreso nombró el centro en honor al presidente John F. Kennedy en 1964, después de su asesinato. Donald A. Ritchie, quien se desempeñó como historiador del Senado de 2009 a 2015, dijo que dado que el Congreso fue quien nombró el centro, le corresponderá al Congreso "enmendar la ley".
Ritchie indicó que, aunque Trump y otros pueden referirse "informalmente" al centro con un nombre diferente, no podrían hacerlo de una manera "que sea legalmente vinculante".
El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, dijo a los periodistas que un cambio de nombre requiere medidas legislativas.